CLASES ONLINE
La práctica de yoga online se ha transformado en una gran opción para quienes quieren disponer de su tiempo con más libertad y practicar desde la casa.
A pesar de no estar físicamente junto a los alumnos en estas clases puedo guiar, ver y corregir a cada uno. La instrucción verbal se hace cada vez más clara y precisa, desafiando a los alumnos a ir profundo en su práctica para transformarla.
Todas las clases se adaptan al nivel de los alumnos excepto la de los miércoles 13:30 que es avanzada.
Es muy lindo ver en una clase online que estamos todos conectados a través de la práctica desde distintos lugares (dentro y fuera de Chile) con algo muy profundo en común.
Muchas veces después de estas clase me quedo un rato para resolver algunas dudas que tengan de la práctica.
Todos los planes online incluyen los videos de mis clases que faltes en vivo.
Entra a preguntas frecuentes para ver qué necesitas en estas clases.
EXPERIENCIAS DE ALUMNOS

La primera vez que practiqué con la Xime fue una explosión de luz de una profunda sensación de felicidad y conexión. La práctica comienza centrándome, de afuera hacia adentro, y luego en el proceso inverso se hace una especie de fusión con el universo que no sabría describir de otra manera. Soy profe certificada, y con la Xime profundizo mi práctica personal y puedo aplicar eso en la enseñanza.

Como bailarina, el método Iyengar me ha permitido ampliar la conciencia y la relación mente/cuerpo en quietud. Crear espacio, girar, alargar, respirar, pesar, son acciones que en mi práctica han ido adquiriendo cada vez mas sentido y profundidad. Practico porque me alegra la sensación y el estado en que se mantiene mi cuerpo en esta disciplina diaria.

En este tiempo de incertidumbre y cambios, la práctica de yoga nos da un refugio donde podemos permanecer conectados con lo escencial, con el presente.

Gracias a las clases online he podido mantenerme unida a la práctica de yoga Iyengar, lo que me ha ayudado a estar más conectada conmigo y a mantenerme positiva en este proceso.

Practico yoga hace 15 años y siento que durante este encierro he vuelto a practicar con la misma frescura que al comienzo, pero con la mente y el cuerpo mucho más conscientes hacia una práctica más profunda.

Practicar yoga Iyengar es como todo lo realmente bueno en la vida. Cuesta porque nuestra mente nos dice que nos quedemos en la zona de confort, pero cuando salimos de ahí, sentimos que valió la pena cada esfuerzo. No se me ocurre mejor práctica para conectarse con nuestra esencia.

El yoga me ha permitido mantenerme activo y con la mente en calma a pesar del encierro.

Cuando mi mente no para, la práctica la tranquiliza. Cuando mi cuerpo se siente cansado y sin energía, la práctica me devuelve la vitalidad.

Practico yoga desde muy joven, pero ningún método me daba las respuestas que necesitaba para que el yoga me hiciera sentido. El 2009 entré por primera vez a una clase con Xime, ese día entendí que este era el método que yo seguiría practicando para el resto de mi vida. He encontrado en la práctica el equilibrio entre la mente, mi cuerpo y mi alma. Gracias Xime por acompañarme en este camino!

Gracias a la práctica diaria siento que puedo fortalecer mi cuerpo, entrenar mi mente y trabajar la autodisciplina.

Como doctora trabajando en la primera línea durante esta pandemia, es la práctica la que me hace volver al momento presente, la que me entibia, suaviza y me lleva libremente a lugares de tonos y colores tranquilos. Cada una de las clases me hace ser humilde y agradecer todo.

Hace 12 años descubrí el yoga. Lo que comenzó como una práctica física se volvió algo sanador hacia el interior. La práctica me lleva a lo esencial, al equilibrio y la felicidad.